A la Hija de la Modelo se le murió el gato.
Y como estaba tan apenada
la llevó al taller de escultura de Matías Vial
en la Universidad de Chile,
donde se entretuvo modelando en greda
hasta que de repente
se puso a llorar a mares.
La Natalia la llevó al casino
a tomar un jugo,
y Matías le fue a comprar
varias barritas de chocolate.
Cristián Freitze, uno de los alumnos,
se acercó al rinconcito
donde la niñita estaba trabajando,
y descubrió un gatito de greda.
Entonces los del taller se dieron cuenta
de que había hecho el gato.
Probablemente sin pretenderlo,
se había conectado con su pena.
Esa es la función del arte:
reflejarle a cada uno
las personas y las cosas que le importan,
incluso cuando ni siquiera sabe.
Un abrazo
Germán
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