viernes, 24 de julio de 2020

A Mi Capitán Luis Rosselot.




“Oh Capitán, mi Capitán",
El duro viaje parece concluido,
A los lejos se escuchan
Ruidos de puerto....




,
Eso dice más o menos
El poema de Walt Whitman.

Hoy hace 30 años desde
Que el Capitán, mi Capitán
El inolvidable Luis Rosselot
Se bajó del tiempo
Y nos dejó con un hoyo
En la línea de flotación,
Un salvavidas decorativo
En un velero de chimenea
De casa de playa,
Capitán de la simpatía
Recuerdo con que cariño
Y admiración, lo recibían
Otros Capitanes de costa
En el Club de Yates de Algarrobo
Un verdadero Club
De amantes de la mar
Con qué admiración
Lo seguíamos al barco,
Todo olía a mar,
A aventuras sin más ruidos
Que el monótono chapoteo
Del casco en el agua,
Timoneaba con ese pulgar
Que doblaba con orgullo
Para timonear
Con sencillez espléndida,
Un domingo se enojó conmigo
En  misa porque yo estaba
Muy cerca de su hija,
Supiera, bueno, ya sabe,
Lo que nosotros no sabemos,
Una juventud así es un privilegio
En la Laguna de Aculeo o una vez
Que lo despertamos después de almuerzo
Cuando impecable de terno oscuro
Dormía siesta en el living
La última que lo vi en esta vida
Fue cuando abandoné la mar
Después de un terrible temporal
En el Caleuche entre Talcahuano
Y Algarrobo, un puerto al que a vela
No llegábamos nunca...
Me llevo a Santiago,
Como ahora me lleva
Al misterio visible
De que se ha hecho
Invisible a los ojos
Pero está siempre presente
En el corazón y la memoria
De quienes como tú
Adoran a su Capitán,
¡Mi Capitán!
¿Alguno de sus nietos
Se le parece?
Lo podremos ver
En la mar encrespada
De Puertecillo,
Tan poco amable
Tan poco pueblo de mar…
Porque no Algarrobo?
O Las Cruces?
Tendríamos mucho
Que conversar hoy
30 años desde
Que el Capitán tu Capitán
Se bajó del tiempo nuestro
En la estación 24 de Julio,
Y nos dejó con un hoyo
En la línea de flotación,
Un salvavidas de plomo
Y un velero de chimenea
De casa de playa,

En Pontal de Maceió
Hay una iglesia colonial
Que las arenas de la playa
Primero sepultaron
Y dos siglos después
Descubrieron,
Si todo pasa,
Esta pena pasará,
Aunque al pasar
Pase con nosotros
Incluyo una foto
Que este cuento
Me inspiro
Con la esperanza
De que el día menos pensado
La arena se retire
Y podamos volver a ver
Lo que hoy no podemos

Un abrazo,
German

viernes, 17 de enero de 2020

Contar a La Chilena.



En fin, como Ud. sabe amigo, éramos tres, el padre y el hijo.
El quinto era un predicador llamado Caco. Era bueno para pintar.
Parecíamos cuatro. Era como si fuésemos, pero no contáramos.
La sexta, era la última. También la séptima, que era la penúltima.
En las tardes de invierno nos sentábamos todos junto al fuego.
Los siete jinetes éramos uno. Los tres. Había otro. Juan el pintor.
Era el primero en pintar y el último en pagar. Porque no necesitaba nada.
Paco era catalán. Como Toni. Y como buen catalán, bueno para contar.
Llegan a diez, antes que los demás. Pero los chilenos no llegamos nunca.
Cuando vamos en ocho bajamos a cero.
German

A Mi Capitán Luis Rosselot.

“Oh Capitán, mi Capitán", El duro viaje parece concluido, A los lejos se escuchan Ruidos de puerto.... , ...