martes, 24 de diciembre de 2013
Ítaca
Cuando
salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea
que el camino sea largo,
pleno
de aventuras, pleno de conocimientos.
A
los Lestrigones y a los Cíclopes,
al
irritado Poseidón no temas,
tales
cosas en tu ruta nunca hallarás,
si
elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción
tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A
los Lestrigones y a los Cíclopes,
y
al feroz Poseidón no encontrarás,
si
dentro de tu alma no los llevas,
si
tu alma no los yergue delante de ti.
Desea
que el camino sea largo.
Que
sean muchas las mañanas estivales
en
que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres
a puertos nunca vistos:
detente
en mercados fenicios,
y
adquiere las bellas mercancías,
ámbares
y ébanos, marfiles y corales,
y
perfumes voluptuosos de toda clase,
cuanto
más abundantes puedas perfumes voluptuosos;
anda
a muchas ciudades Egipcias
a
aprender y aprender de los sabios.
Siempre
en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar
hasta allí es tu destino.
Pero
no apures tu viaje en absoluto.
Mejor
que muchos años dure:
y,
viejo ya, ancles en la isla,
rico
con cuanto ganaste en el camino,
sin
esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca
te dio el bello viaje.
Sin
ella no hubieras salido al camino.
Otras
cosas no tiene ya que darte.
Y
si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.
Sabio
así como llegaste a ser, con experiencia tanta,
ya
habrás comprendido las Ítacas qué es lo que significan.
Ítaca
Constantino Kavafis
(Traducción
de Miguel Castillo Didier
miércoles, 18 de diciembre de 2013
El Arte Tal Vez Sea Una Sorpresa.
El arte es tal vez sea,
escuchar por primera vez
"I want to hold your hand" de Los Beatles,
en una fiesta de mi amiga Rosario Vergara Larraín,
en 1964 cuando tenía 15 años,
y hoy, casi medio siglo después,
seguirla escuchando
con el mismo interés.
El arte trasciende el tiempo,
y las circunstancias humanas,
por eso acerca la belleza
que es otro nombre de Dios.
Un abrazo,
Germán
18 de diciembre de 2013
martes, 17 de diciembre de 2013
El Pabellòn de Chile en Sevilla 92.
Hola Carla,
Te contesto con mucho gusto.
Estoy ocupado con mi trabajo, es cierto,
que incluye conversar con arquitectos como tu.
Porque uno no es arquitecto
porque haya hecho mucha arquitectura,
sino porque le hace falta hacer más...
Lee si quieres al poeta León Felipe....
"para enterrar bien a nuestros muertos
cualquiera sirve menos un sepulturero.."
Vamos al grano.
El Pabellón de Chile en la Expo Sevilla 92,
intenta relacionar a Chile con el mundo,
a través de la experiencia de arquitectura.
Chile celebra los 500 años del encuentro
de América con Europa,
mostrando en Sevilla que es
lo que hicimos estos últimos 500 años
con el espacio interior que nos legaron
entre muchas cosas,
a cambio por supuesto de otras,
como chocolate, maíz, frutillas o papas, etc.
Hasta entonces en América no conocíamos
el espacio interior:
la interioridad estaba afuera al aire libre,
en las grandes explanadas
donde nuestros antepasados construían pirámides,
o salas de juego de pelota como las de Uxmal o Monte Albàn,
o palacios de salas abiertas al cielo como en Chan-Chan,
o colocaban un rehué ceremonial,
o geoglifos como los del Salar de Pintados,
o llenaban una plaza principal de Cusco
con arena de playas de mar,
porque a los indígenas americanos
el medio ambiente cultural les coincidía
con su medio ambiente cultural.
Vivían y aun muchos viven,
en contacto directo con la naturaleza.
La relación de los europeos con la naturaleza
ha sido mediada desde la edad media,
por la calle, y la plaza del pueblo o de la ciudad,
Llevamos a Sevilla un edificio que intenta mostrar
lo que es para nosotros el esplendor de un interior
que se alza hoy en Europa, después de 500 años
de su influencia en nuestra cultura.
Para alcanzar su esplendor,
el interior se cierra al ruido de la calle,
e invita a las visitas a detenerse un rato
a ver la muestra de chile,
en medio del constante ir y venir propio de una feria.
El interior es un lugar templado y en penumbras;
un descanso de la luz cegadora de Sevilla,
y un alivio del calor implacable y sin sombras de la feria.
Para que la experiencia
no se agote en el primer instante,
el interior no puede aparecer de golpe al primer vistazo,
sino que debe irse revelando poco a poco
a medida que uno se adentra en la muestra.
Para eso, el espacio se hace un poco más denso.
Su longitud se comprime curvándose sin exagerar.
Y por los muros así curvados,
baja la luz natural resbalando en tres capas sucesivas
que iluminan el interior a distinta altura,........
y así sigue,,,,,
Te adjunto una memoria por si te sirve,
y te invito a entrar a mi blogg y a leerlo,
http://germandelsol.blogspot.com/
Porque creo que si quieres entender mejor,
lo que tienes que hacer,
mas que ver nuestras obras,
trata de ver lo que nosotros hemos observado,
y así sola te darás cuenta,
de que también puedes encontrar
motivos de inspiración para tus obras,
Saludos
German del Sol
Los Remolinos Revisitado.
El escritor Horacio Serrano Palma, "El Taita".
Un verano, cuando tenía 15 años,
Margarita y Marcela Serrano me invitaron
a la Hacienda Los Remolinos,
a orillas del rio Itata.
Quiero contar esta experiencia tan bella
que he conservado en mi corazón toda la vida,
porque creo que ella mantiene la esperanza
de que se puede ser feliz
si no se tienen apegos desordenados
por las personas que uno quiere
ni por las cosas que desea, o se tiene.
Para mi lo mas bonito y permanente
de la visita al fundo Los Remolinos,
tal vez sea, que aquel era un lugar irrepetible
-iba a decir irreductible-
donde el fruto de los cuidados no eran mas,
sino menos cosas;
donde la falta de cosas esperadas
hacía aparecer bienes inesperados:
así quizá, faltaba la luz eléctrica
para que pudiera haber proximidad,
conversación, y noche;
y había otras,
como el agua caliente,
la leche, o el pan,
que todavía tenían relación
con su origen en el horno,
la vaca, o en el fuego
que el Taita hacía cada mañana
debajo del tambor;
el campo parecía salvaje, inculto,
un poco abandonado a su suerte,
porque quizá el fervor no se enseña
haciendo producir un campo,
sino haciendo fervorosamente
hasta lo mas sencillo que toca hacer,
para que adquiera un sentido
en la existencia.
Creo,
Germán del Sol
Enero de 1965
jueves, 14 de noviembre de 2013
La Iglesia de Chépica de Adobe Porfiado
El propósito del proyecto es conservar,
el espíritu de las iglesias tradicionales de adobe,
y no copiar sólo su forma.
Iglesias altas y macizas,
recias como todas las obras de adobe,
con muros altos y largos
de una textura suave que atrapa el polvo
y produce contrastes de luces y sombras,
pocas ventanas o huecos,
y un interior silencioso y de luz tamizada
que invita al recogimiento.
La gente de la parroquia de Chépica dijo,
"queremos una iglesia como las que hacían los antiguos".
y los dos santiaguinos -entre ellos David Gallagher-
que se oponían al proyecto porque lo consideraban "rupturista",
estaban felices, hasta que les aclararon:
que se oponían al proyecto porque lo consideraban "rupturista",
estaban felices, hasta que les aclararon:
"Los antiguos hacían iglesias nuevas".
La Iglesia se construye con muros y losas de
hormigón prefabricado
en paneles que en su interior tienen aislamiento de
poliuretano,
cubierta
y muros impermeabilizados con Cave 1 pintado
del mismo color rojo de la antigua iglesia,
interior pintado con yeso del mismo color de la antigua iglesia,
pisos de cemento afinado con producto especial anti polvo y color, etc.
del mismo color rojo de la antigua iglesia,
interior pintado con yeso del mismo color de la antigua iglesia,
pisos de cemento afinado con producto especial anti polvo y color, etc.
La Iglesia tiene 845 m2, y caben 300 personas sentadas.
La
sacristía y una capilla atrás para velar a los muertos.
Las oficinas del párroco, secretaria, archivo parroquial,
Las oficinas del párroco, secretaria, archivo parroquial,
3
baños y 3 salas cada una para 36 personas sentadas
suman otros 326 m 2.
Germán del Sol
suman otros 326 m 2.
Germán del Sol
Arquitecto
viernes, 8 de noviembre de 2013
Donde Nace la Alegría.
Recuerdo que cuando chico conocí
entre otras personas notables,
a unas monjas españolas.
Unas gordas felices
que cuidaban de noche
a mi hermana enferma.
Un día me atreví
a preguntarle a una de ellas
de donde sacaba su alegría,
si de noche cuidaba enfermos
y de día dormía.
Y me contó, que Goethe dice
que… “solo es feliz
el que necesita dar”….
Alguién dijo:
..“El que no vive para servir,
no sirve para vivir,”….
un abrazo
Germán
Espacios Inútiles.
La calidad de la ciudad no depende tanto de la calidad de sus casas y edificios,
sino más bien de la calidad y amplitud de los espacios que quedan entre ellos.
De sus calles, parques y plazas, pero también de los lugares que parecen inútiles.
Hay dos tipos de lugares que parecen inútiles en la ciudad.
Los que parecen inútiles pero se cuidan bien,
porque su gratuidad nos engrandece,
como por ejemplo el cajón del río Mapocho que se mantiene vacío;
los grandes parques urbanos sin entretenciones de fantasía;
los terrenos pelados mal llamados baldíos,
y el pie de la cordillera y de los cerros aislados sin construcciones.
Estos lugares abiertos están llenos de potencial,
y sirven para que la gente los llene con sus esperanzas y sueños.
Para que ponga imaginariamente en ellos lo que quiera.
Y los que son verdaderamente inútiles porque no hacen ninguna falta,
y sólo muestran la codicia que también tenemos.
En ninguna ciudad de Chile hacen falta edificios de más de cinco o seis pisos,
porque la escasez de suelo que podría justificarlos
está creada artificialmente por la política de fijar límites urbanos
que todos saben que después se corren.
Tampoco son necesarios para abaratar el costo de infraestructura,
que no es más alto en barrios de baja densidad que en barrios de alta densidad,
como lo demuestra “Sanhattan”.
Tal vez, una de las mayores riquezas de Chile que nos negamos a usar
es la abundancia de suelo apto para construir,
para esa mayoría que prefiere, si puede elegir,
vivir en casas y barrios más dispersos por gusto,
y no porque no quieran tener una vida urbana.
Porque lo que hace que los barrios de una ciudad sean urbanos,
o sea más amables y tolerantes para acoger la diversidad
propia de la vida en la ciudad,
no son el urbanismo ni la arquitectura,
sino la urbanidad de las personas:
su educación o preparación,
para vivir bien en la proximidad de los otros.
Son sus habitantes los que hacen que una ciudad sea urbana,
y no la forma ni la densidad de la ciudad.
Incluso, hay barrios más altos y más densos
que son menos urbanos que otros más bajos y más dispersos.
Y vuelvo a repetir el ejemplo de “Sanhattan”.
Germán del Sol
¿Por qué Chile es Chile?
Prefiero pensar ¿Qué es Chile?,
y no en la Imagen,
que como adolescentes,
nos importa demasiado.
Y mostrar sus realidades mayores,
a la luz de la poesía.
Una interpretación poética de Chile
no se basa en la ciencia,
ni en la técnica.
No es calculable.
Ni se refleja en estadísticas,
ni encuestas, ni en el PIB ni en el IPC.
Una interpretación poética
revela esa parte realidad,
evidente sólo de un modo poético,
y que de otro modo queda oculta,
incluso para los más cercanos.
Realidades mayores de Chile,
son aquellas cualidades locales
que alcanzan un interés universal
y encienden la imaginación del mundo.
Pablo Neruda, Violeta Parra.
Una cualidad puramente local,
los Huasos Quincheros.
Una realidad geográfica local de interés mundial
la Patagonia,
mientras una de interés local,
la Cordillera de la Costa.
Para que una realidad local sea de interés mundial
debe tener en cuenta al mundo,
y despertar sus sentidos.
Cuando pienso en Chile,
lo primero que se me viene a la mente
es la potencia de todo lo que está por hacer.
"Un fusil que esta ahí descargado,
es mucho más que un fusil recién disparado",
dice alguien por ahí.
Chile es culturalmente impreciso y disperso.
Vive el presente en proyectos,
y el pasado arraigado casi míticamente
a la familia y a la tierra.
Las cualidades positivas y negativas de Chile son las mismas,
depende como se las mire:
el ingenio para hacer mucho con poco
que es la verdadera riqueza,
aunque a veces no basta,
el ocio también puede ser flojera,
la levedad, superficialidad,
y el humor, irresponsabilidad.
La dispersión física y espiritual de Chile
es fruto de una realidad que está en el alba,
recién empezando a revelarse.
El presente es el único momento de Chile.
Pero es un permanente regalo
de hechos inesperados que se viven bien,
improvisando con humor y con gracia.
Cuando se mira a Chile sin afecto,
sus cualidades se perciben como defectos.
Podemos elegir entre ver problemas
o ver oportunidades para hacer algo bueno de ellos.
Un dilema agravado ahora por el terremoto.
Chile se cree joven y celebra el Bicentenario
porque no reconoce sus orígenes
en culturas precolombinas de más de nueve mil años.
Lo que tiene Chile de país joven,
es que no domina su territorio,
ni usa su energía con la eficiencia de un país maduro.
Alberto Cruz dice que en América todo ocurre por primera vez.
Los europeos viven su pasado como presente,
les cuesta volver a mirarlo, y encontrar en él algo nuevo.
Los chilenos ni siquiera conocemos nuestras culturas ancestrales.
Los europeos ven la naturaleza a través de la ciudad.
Los chilenos no.
Y abandonamos la ciudad,
para irnos a vivir en las afueras.
Chile tiene otro modo de ser urbano que no reconoce,
ni se permite a sí mismo en sus leyes.
En Chile se practica el imbunchismo
para impedir el crecimiento de los más dotados,
que tienen que ser profetas afuera
como Neruda, Mistral, Matta, etc.
Pienso que Chile le teme a la pobreza,
a la verdad y al ridículo.
Esa angustia se expresa en adjetivos tan exagerados
que anulan lo sustantivo,
dar “un millón de gracias”,
es menos que dar “gracias”.
Las expectativas de los chilenos son riqueza,
que confundimos con dinero,
y popularidad que confundimos con amistad.
Sin embargo, los amigos
son la principal fuente chilena de alegría.
Después le siguen la fama para unos pocos,
y objetos como autos y casas,
que cualquiera puede comprar con plata,
como llamamos los chilenos al dinero.
La verdadera riqueza permanece oculta
y no es motivo de envidia por aquello que me decía mi abuela:
"la gente feliz no se nota, no aparece en el diario".
La verdadera riqueza ni se busca ni se alcanza.
Se tiene y se da.
Consiste en ser más lo que se es, y no en tener más.
"Sólo es dichoso aquel que quiere dar”, dice Goethe.
La falta de un plan maestro de construcción de las ciudades devastadas,
los proyectos para represar los ríos Mapocho, Pascua y Baker,
la entrega de mediaguas a los que necesitan casas,
pero también los asados que se hacen mientras desfilan las tropas
el dieciocho de septiembre en el Parque O'Higgins,
me hacen pensar que existe un país oficial, y un Chile real.
Chile oficial ocupa un espacio legal
con capital mental en la zona central.
Lo dirigen el presidente, sus ministros,
obispos, senadores, diputados,
intendentes y jueces.
El poder oficial.
Chile oficial se encamina al desarrollo
con alta tasa de crecimiento, baja inflación
y una gran infraestructura de puras leyes.
Sin asumir honestamente sus debilidades
ni darle una solución íntegra a la pobreza material,
a la educación, al aborto, al smog, a la salud,
a las parejas que no se pueden casar,
o a las adicciones desordenadas.
Sin gracia ni ingenio,
Chile oficial parece recreado del original
por la imaginación de un oficinista
ocupado en controlar a los demás desde la seguridad
de su traje rayado de banquero inglés
de una talla menos.
En Chile oficial hay poca riqueza verdadera
de aquella que se goza y se da.
La caridad se hace con publicidad,
y el humor con animadores.
La pobreza oficial en Chile
es ganar menos de 300 dólares al mes,
porque se confunde la riqueza con el dinero.
El título de pobre oficial
invita a esperar toda solución del estado,
y a olvidar que cada uno
tiene algo bueno y valioso que aportar a los demás.
Chile oficial vive de acuerdos de comisiones de esto y aquello,
porque no tolera la diversidad del mundo civilizado actual.
Funciona creando limitaciones
en vez de un entorno favorable y fecundo
para ser más lo que es.
Chile real no coincide mucho con el país legal.
Sus personajes son alcaldes y curas,
alguno que otro ministro empoderado,
diputados o senadores díscolos, carabineros,
bomberos, carteros, matronas, practicantes, y profesores.
Y, ¿Por qué no?, arquitectos e ingenieros,
profesionales y técnicos.
En Chile real la ley de tránsito, o el alcotest
no se pueden aplicar a una carretela sin patente con un perro a la siga
que va por la berma de la autopista contra el tránsito.
En Chile real las parejas se juntan o se separan con dolor y sin trámites.
Hay niños y allegados por todas partes,
sonrientes a pesar de su falta de papeles.
Se vive al día sin pagar el IVA,
con la sana ayudita de unos tragos,
de un compadre, o del amor,
que no le sobran a nadie que yo sepa.
El humor abunda
y el ingenio reemplaza a la técnica
y a veces al dinero.
Yo creo que en Chile real
hay riquezas verdaderas y cierta calidad de vida,
sin desconocer que hay desterrar el hambre y la miseria
que están en todas partes.
En Chile real hay caridad.
Se hace el bien sin mirar a quien y sin ser visto.
Siempre hay atención para una visita inesperada,
mientras en Chile oficial hay que avisar por anticipado.
La vida para todos es a veces cruel.
Pero leve y graciosamente,
se vive mejor la vida tal como es.
Chile real une con poesía lo terrestre y lo celeste.
Es imaginativo y valiente,
disperso y desordenado como la vida misma
que se vive abierta a la providencia.
La pobreza en Chile real
es sufrir la miseria en cualquier forma
y no tener idea de cómo superarla.
Tal vez por falta de capacidad para cambiar la mirada
y romper el círculo que se volvió vicioso.
En Chile real la riqueza pueden ser afectos,
un don como ninguno.
Todo el tiempo del mundo para ser lo que se es,
amar a quien se quiera,
hacer con ganas lo que se tenga que hacer,
y disfrutar de lo gratuito.
En un espacio pleno de libertad y tiempo.
Chile real crece menos
y su inflación es mayor que la estadística.
Sus productos per cápita vitales
son las calorías por día,
y el acceso a la posta, a la escuela, al retén, a la luz,
al alcantarillado, o al agua potable.
Chile real vive de la tolerancia a la diversidad
y de la generosidad de todos,
incluidos los pobres materiales.
Me gusta y disfruto el Chile real.
Y me gustaría establecer un puente entre ambos,
que es el objetivo de mi trajín.
Lo mejor de Chile real son la gracia
y el desapego que tiene forma de ingenio.
Porque bastan para ser esporádicamente feliz.
Chile hace mejor aquellas cosas irrepetibles
que requieren ingenio y gracia para existir,
y que llevan signos de vida en sus cuidados.
El volantín se inventó en China,
pero el más liviano y sencillo es probablemente chileno.
Otros son fruto de la imaginación para hacer mucho con poco,
por ejemplo, los objetos de cerámica o de mimbre,
de alambre o neumáticos usados,
las ferias persas, los puestos de fruta en las autopistas,
los músicos en las micros, o la venta en las esquinas...
Estas expresiones son una interpretación poética del mundo.
De la capacidad para darle una vuelta más a las cosas de siempre,
para encontrarles un algo que ilumine la misma vida con otra mirada.
O en el caso de los telares Aymarás o Mapuches,
que reflejan una capacidad cultural de síntesis,
que es muy necesaria hoy cuando debemos manejar tanta información.
Lo más atractivo que tiene Chile para sus visitas,
es el desapego con que se usan el tiempo
y el espacio generosamente disponible en el país real.
Gracias a que la organización del país legal está todavía en pañales,
los burócratas no han podido controlar esta riqueza.
Chile tiene gente común inteligente, familiar y pacífica,
con cultura para vivir bien en un país fecundo y poco utilizado.
Obligada a trabajar, trabaja.
Bien dirigida trabaja bien.
Bien enseñada aprende y mejora.
Bien liderada se hace creativa y generosa.
Y que conoce su trabajo y las reglas,
tanto para cumplirlas como para saltárselas con el mismo interés.
En Chile no se ha aprovechado el ingenio para trabajar serenamente,
correr menos y producir más;
la gracia para hacer mucho con poco
y ver el otro lado de lo obvio,
e inventar cosas nuevas apartándose de las existentes;
el humor para poner poesía en el mundo pragmático
y a veces prosaico del "mercado", etc.
Estos son grandes valores agregados,
a mi juicio muy escasos en el resto del mundo.
Creo también que el consumo ha demostrado
que los hombres y mujeres
no podemos vivir solo
de satisfacer necesidades prácticas.
El ocio proporciona tiempo,
el arte ojos nuevos,
la religión orientación,
la poesía nombres,
el humor desapego
y el desapego felicidad,
y la gracia todo lo demás.
Para describirlo en una palabra, diría Chile.
En una frase insinuaría, Chile Es…
Para Chile prefiero los colores de los papeles de seda de volantín,
antes que colores básicos como el rojo o el azul,
o muertos como el color peltre que tiene el nuevo Escudo Nacional.
Si tuviera que elegir un animal para Chile
elegiría el quiltro por su inteligencia
y habilidad para sobrevivir
y su sentido del humor y del amor.
Nunca animales casi heráldicos como el cóndor y el huemul.
Tampoco mascotas.
La realidad de Chile supera cada día a la fantasía.
Basta leer los diarios.
No hace falta ponerle más color,
sólo verlo con afecto,
y mostrarlo tan diverso como es.
Para nombrar lo que hace que Chile sea Chile se necesita un poeta. O más.
Santiago, 5 de Agosto de 2010
Germán del Sol
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