Querida,
Ser sorda es un gran desafío para cualquier niño,
a quien los padres y abuelos pueden ayudar
mucho:
pero no es terrible y tiene arreglo.
Todos venimos al mundo con dones y carencias.
Ser sordo, ciego, o muy sensible, inteligente o
guapo,
tiene su lado bueno y su lado difícil.
El desafío es que las dificultades
no nos superen y desaparezcamos,
como casi casi les paso a los pascuenses.
Nuestra costumbre es terribilizar “los
problemas”,
que son todo aquello que no es como queremos.
Como nada es exactamente como queremos
ser felices es querer lo que nos toca.
Mira como Stephen Hawkins llego a ser
uno de los científicos mas importantes de su
época,
completamente paralizado en apariencia, no
hablaba siquiera!
Te lo digo con todo cariño,
Germán
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