Querido German,
Muchos mensajes tuyos, como éste,
me dan la impresión de haberlos estado esperando.
Me resulta tan cierto lo que dices acerca de la arquitectura,
extensible a todo arte y también a la vida:
que la intención está primero.
El "corazón"
-así se decía en los tiempos de Mandandirundirundán-
como oculta morada de las intenciones,
al cual, como dices, nunca se debe llegar directamente,
sino rodeándolo, detalle a detalle, paciente y sigilosamente,
permitiendo que la intención que oculta emerja por sí misma.
Es muy refrescante y tranquilizador oirte decir todas estas cosas.
Jose Manuel Vergara