Para mí, ser contemporáneo,
es ser heredero de un mundo moderno.
Y no consiste tanto en la búsqueda permanente
de la innovación por la innovación,
sino mas bien en volver al principio,
y tratar de hacer las cosas otra vez un poco mejor.
Creo que soy uno de los arquitectos chilenos
que se ha inspirado en el espíritu de tradiciones
indígenas o locales,
actualizándolas para conectarlas con el mundo,
sin quedarse en lo folclórico o puramente local,
elegiendo lo que es más universal de lo local,
en la huella de poetas como Jorge Teillier,
Nicanor y Violeta Parra,Pablo Neruda,o Gabriela Mistral,
de arquitectos como Carlos Martner, Fernando Castillo,
Hector Valdés, Mario Perez de Arce,Alberto Cruz,
o Jorge Elton, entre tantos otros,
de pintores como Court, Burchard, Juan Fco. Echenique,
Caco Salazar, Francisca Sutil,
de filósofos como Gastón Soublete o Ernesto Rodríguez,
o de arqueólogos como Carlos Aldunate, etc., etc.
Intento relacionar la ciudad
con la cultura y la naturaleza de lugares remotos,
para buscarles una destinación propia sustentable,
que los haga únicos o irrepetibles,
sin meterlos en un mundo global donde lo remoto no existe más.
Es un aporte que ha sido valorado y continuado por otros,
como han sido las ideas que hemos propuesto
para que las Viñas de Chile no sigan
el modelo del castillo medieval y francés,
sino que busquen su gracia
en el privilegio que da el vino al ritual de juntarse.
Hoy casi todos los hoteles entienden
que tienen que conectarse con su entorno natural y cultural,
las mayoría de las viñas chilenas cambiaron su propósito,
que se puede percibir en sus etiquetas de formas más libres, etc.
En general creo que hemos contribuido
a liberar las formas de la arquitectura,
con la libertad que heredamos del mundo moderno.
Todas las líneas nos salen titubeantes,
porque seguimos el orden de los pasos
el orden de la vida,
y no el orden por el orden...
Si uno quisiera acoger por ejemplo bajo un techo,
el recorrido de un pastor
que sale en la tarde a recoger a sus ovejas,
lo mas probable es que la forma fuera mas parecida
a las líneas de Nazca que a un cuadro de Mondrian...
Como dice mi hermano Patricio,
en un proyecto, en un barrio o en una ciudad,
no es necesario que todo quede bien,
sino que el total -el todo- debe ser bueno.
En parte por eso, y en parte por buscar lo común
que es lo que mal llamamos primitivo,
es que usamos mas la sintonía gruesa que la fina,
y tratamos de no quedarnos en los detalles anecdóticos
sino en las experiencias vitales resultantes...
Pienso que la arquitectura no debe confundir nunca
lo importante con lo urgente:
es urgente dar casa
pero lo importante es que la casa tenga dignidad.
La gracia no cuesta plata.
Es fruto de la poesía,
que es estar abierto a encontrar el bien
que siempre hay en las personas y las cosas.
Como dice la carta de San Pablo,
"tomad..... todo lo bueno"
Por ultimo, hemos trabajado con la confianza
mas que con el control,
dirigiendo y transmitiendo nuestro entusiasmando
a carpinteros, albañiles, y artesanos con su obra
dejándoles campo libre para tomar decisiones en su trabajo,
siguiendo a veces, unas ideas abstractas
mas que planos de detalles,
confiando en que la arquitectura es cultural
y que al final a todos les gusta lo mismo:
cuando un instalador de artefactos me dice
así me gustaría mi baño,
o el chofer del camión de hormigón prefabricado
dice, "estas termas son increíbles"!,
entiendo que vamos bien, porque la belleza
es común a todos aunque nadie hoy se atreva a nombrarla...
un abrazo con agradecimiento
German del Sol