domingo, 27 de octubre de 2013

Corazón De Piedra Verde.



La lluvia corre por el piso de piedras
de la explanada de le escuela de arquitectura
del Instituto Tecnológico de Monterrey.
El agua corre bajo las maquetas
sobre enchufes boca abajo
que con Eduardo Castillo
tratamos de enderezar.

Los alumnos explican sus proyectos
de casas y lugares de trabajo
para jóvenes discapacitados intelectuales,
que la fundación Andares prepara,
para llevar una vida tan plena como puedan.

Sus necesidades son las mismas,
igual que todos necesitan
una buena casa y de un trabajo
en un lugar como todos esperamos.

El primer obstáculo para ellos
es aprender a sentarse,
nos cuentan las directoras,
aprender a quedarse quietos,
a detenerse en algo,
que es lo primero que uno debe aprender:
porque el niño, lo que quiere es jugar.
no mirar,
“mucho mirar y poco jugar”…
dijo mi hijo Matías después de un viaje
en auto a Chiloé donde llovía y llovía.

El niño que hay en nosotros
no quiere dejarse domesticar,
crecer, ni ser mayor,
no quiere madurar,
y hacerse cargo de su vida
para que dependa de el,
sino depender de otros
para poder disculparse.

El discapacitado mental,
que todos somos en alguna medida,
necesita aprender a ser libre,
y a hacerse responsable,
porque eso lo hace mas feliz.


Y, a andar se aprende andando.
Caminando del brazo, pero caminando.
Paciencia dice Andares,
para que cada uno se tome su tiempo.
Para aprender a liberarse,
y al mismo tiempo aceptar un jefe,
que los dirija en un trabajo útil,
pagado justamente,
que nos es pagarles mas si hacen menos,
sino pagarles lo que hacen…

Aprender a no dar lástima,
ni querer recibir la caridad pública,
sino afecto verdadero
que es aquel que no se contenta con poco,
pide mas, espera y sueña,
y se alegra, pero no así no mas.

Los alumnos llenos de buenas intenciones,
demasiadas tal vez,
para un proyecto tan lúcido y apropiado,
que no se tira la manta al hombro
para resolverlo todo de una vez,
apurado y ligero,
sino aprendiendo despacio,
a ayudar poco a poco con paciencia.

Los alumnos puras  buenas intenciones
en si mismas sin medidas,
sin proporción con el encargo,
sin evaluar las decisiones
sin calcular los costos,
volando ambiciosos,
bien lejos, en los primeros vuelos.

En arquitectura la intención
sin duda esta primero.
Pero luego se contrasta con el dibujo
que se aproxima a la obra,
como un cazador furtivo
a su presa,
no nunca directo al grano,
para no espantar lo que busca,
que se desconoce y se esconde,
y se le escurre entre las manos.

Los intentos son ambiciosos,
pobres los resultados.
Tendrá que ser así
para aprender,
porque a quien nada espera
nada le llega.
Porque para descubrir
algo que valga la pena,
tal vez, haya que atreverse a buscar
mas allá de los límites conocidos,
de los prejuicios arraigados,
de los lugares comunes aprendidos.

Tal vez, para descubrir algo que valga la pena,
haya que aprender a fracasar contentos,
en la esperanza de que todo acierto,
esta constituido de un 99% de fracaso.

Pero quizá, haya que aprender también
que toda búsqueda si pretende ser fecunda,
requiere interiorizarse con lo que se busca,
saber algo que ayude a reconocerlo,
como uno aprende a conocer primero
las pisadas, o las costumbres del animal
o el canto del pájaro, que quiere ver.

No se puede descubrir algo
de lo que nada se conoce,
aunque sea por nostalgia o por intuición.
Por eso sus emisarios que no conocían el caballo
le contaban a Moctezuma,
que los españoles venían montados en venados.

Tal vez solo aquellas piedras,
a las que se les descubre una interioridad,
o sea una propiedad que nos interna en lo que son,
pueden dar de si a golpes,
una flecha de obsidiana,
una máscara de jade,
o un corazón de piedra verde de turquesas.

Tal vez porque solo a golpes bien orientados,
hacia el descubrimiento de su propia interioridad,
llegan a ser plenamente lo que son.


German del Sol


El burro y el Caballo.



El burro trota en el aire casi sin tocar el suelo,sin doblar sus patas, camina sobre ruedas.

El jinete sentado de lado
muy atrás en un punto,
con las piernas colgando.

El burro trotando apuradotraza una recta cierta en las posibilidades infinitas del arenal descampado.

No cruza el espacio jugando
como un pájaro con el viento, sino como flecha lanzadahacia un destino humano...

El burro es terco y económico como un Yaris, no tiene la gracia y distinción de un caballo, o la pedantería tonta de un dromedario, el burro es el que da mas kilómetros con menos pasto, es una parte deseable de la pobreza,de no tener mas de lo que se necesita, para no depender demasiado de nada que uno no este dispuesto a perder...

Pero no te hagas ilusión por eso de que toda pobreza si no ha sido elegida en si misma es buena; una cosa es la pobreza del nómada que elige para llevar en su camello solo lo indispensable para ir hacia su destino de pozo en pozo ligero de equipaje, y otra es la pobreza del que sufre hambre frío, soledad o sinsentido, nada de esto elegido por el, sino impuesto por la ignorancia de las propias capacidades, por la falta de cultura, eso que Uds. a veces dan por descontado, un esfuerzo de cientos de años que han hecho las mujeres y los hombres para superar la condición de la naturaleza que en principio es puro sobrevivir, y poder hacer algo por el puro gusto de hacerlo que es el sentido de la belleza y del arte, imitando en eso un poco a Dios que después de la creación descansa el séptimo día para gozar de su obra, porque una vida vivida siempre ocupada aunque sea cada día de su propio afán, sin detenerse a pensar en lo que se anda, ni reparar en su destinación no merece la pena ser vivida porque es igual a la de un zorzal que desde que sale del huevo lo único que hace es comer y cagar...
bueno por hoy,
German del Sol

Ourzazate, Mayo, 2006 

lunes, 14 de octubre de 2013

Colegio del Verbo Divino.



¡del Sol!
¿Que?
¡Se dice, que Padre!
¿Que, Padre?
¿ En cuentos exámenes ha fracasado?
¡En ninguno, Padre!
¿Y en cuantos espera fracasar?
¡En ninguno Padre!
¡Me alegro, me alegro!


Conversación a la salida del colegio VD
con el Padre Antonio, en los años 60

jueves, 3 de octubre de 2013

Concurso del Pabellón de Chile en Milán 2015.




Carta al Directorio de la AOA.

Estimados arquitectos,

El jueves 3 de octubre, 
recibí una invitación de Ives Besancon, presidente de la AOA,
a formar parte del jurado 
del concurso del Pabellón de Chile en Milán 2015,
que se reunía la mañana siguiente.

La AOA tiene mi correo y mis teléfonos, 
para ubicarme cuando quiere.
Siento mucho que esta falta de interés por avisarme,
me haya impedido defender como debo,
el punto de vista de los concursantes.

Lo mínimo que espero de la AOA, 
es que les haga saber a todos los concursantes,
que no fui invitado a tiempo a representarlos 
como ellos eligieron.

Si la AOA no puede ser imparcial, 
¿con que autoridad llama a concursos?
Hago pública esta duda.

El que avisa no es traidor....dicen

Germán del Sol

A Mi Capitán Luis Rosselot.

“Oh Capitán, mi Capitán", El duro viaje parece concluido, A los lejos se escuchan Ruidos de puerto.... , ...